sábado, 28 de marzo de 2015

6- POSMODERNISMO:

Es toda una espiritualidad, claro. O mejor dicho: una falsa espiritualidad.

Bien moderna, esta falsa espiritualidad ensucia el alma, maldiciéndola y esclavizándola. Son confusiones... relativizaciones que, claro, se manifestarán en nuestra vida.

Con ciertos límites: cómo nos ponemos estrictos al tener hijos lo ejemplifica. También cuando sufrimos, cómo de inmediato invocamos fuertemente a los valores. Y por supuesto de tocarnos tocar fondo, incluso podemos volvernos repentinos nuevos devotos de vieja vida. Volver a la Iglesia, volvernos éticos y hasta exigirlo en los demás.

Estas relativizaciones modernas empezaron con Lyotard y Derrida; uno aseguraba que todos los valores eran puestos por "jerarquías", mientras otro que la historia eran "relatos" (surgidos de esa misma jerarquía). Claro que esto puede ser cierto, pero una cosa es que los valores vengan de una sociedad sistematizada, o que hayan sido interiorizados en nosotros mediante una determinada educación, y otra es desconfiar de "motivos aviesos" de esa sociedad, o de nuestros propios valores adquiridos.

Otra cosa es relativizar todo, obviamente. Además sería bastante imposible desde esa misma teoría: lo haríamos a la luz de esos valores ya interiorizados, y siempre con el riesgo de que esa supuesta "liberación" sea en realidad digitada por las "jerarquías" de turno. En todo caso: la vida es demasiado corta como para andar cuestionando todo.

En lo personal creo que la (buena) vida consiste en ir recordando a cada paso cosas más bien fundamentales que a cada momento olvidamos. Sí... estoy hablando de valores, y de los más simples. Y en todo caso prefiero una teoría que hable de ellos, a que de su abolición.

Cuánto de ese relativismo moral terminó en abortos, en guerras, en terrorismo nunca lo sabremos... pero sí cada cual puede poner su granito de arena primeramente siendo alguien con valores. Con bases, principios... no dejándose llevar por la corriente de los vientos.

Hoy por hoy la rebeldía es ser católico, o al menos alguien ético, así como lo fue en su momento el ser "posmodern@" al cuestionarlo todo. Sin dudas esta rebeldía si te podrá contener y guiar. Viene haciéndolo hace milenios. Y soportó todos las supuestas "piedras filosofales" que han venido a querer explicarlo todo sin fundamentos.

Este super-mercado de teorías no hace bien; confunde,
y nuestra necesidad de un referente de Ética
seguirá allí. En lo hondo del alma.

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